Tras un sismo de 5,9 grados que dejó 12 muertos y 188 heridos en el norte de Haití y una réplica menor que generó pánico, familias de haitianos se disponían a dormir la noche del domingo en la calle o en los patios de sus viviendas ante el temor de un nuevo temblor.

Tras un sismo de 5,9 grados que dejó 12 muertos y 188 heridos en el norte de Haití y una réplica menor que generó pánico, familias de haitianos se disponían a dormir la noche del domingo en la calle o en los patios de sus viviendas ante el temor de un nuevo temblor.

“No me siento a salvo adentro de la casa”, decía Gary Joseph, que con sus dos hijos se preparaba para instalar unos colchones bajo un árbol, afuera de su vivienda, en la norteña localidad costera de Port-de-Paix, 219 kilómetros al norte de Puerto Príncipe.

Mientras señalaba las cuarteaduras provocadas por el sismo en una pared de su casa construida en concreto, insistía en que “debo protegerme y proteger a mis hijos”.

El movimiento telúrico de 5,9 grados registrado la noche del sábado a 19 kilómetros al noroeste de Port-de-Paix, con epicentro en el mar a 11,7 kilómetros de profundidad, provocó la muerte de ochos personas en esa localidad portuaria. Otras tres personas murieron en el pueblo aledaño de Gros-Morne, ubicado en la provincia de Artibonito, donde se registraron la mayoría de daños, y otra falleció en Saint-Louis du Nord, en la provincia del Norte, detalló en su cuenta en Twitter el ministro de Comunicación, Eddy Jackson Alexis. La mayoría de las víctimas mortales falleció aplastada por techos o paredes que se derrumbaron en diferentes edificaciones.